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Ayer, en Mirá, Rosendo Fraga, al contrario de muchos analistas políticos, dijo que en el gobierno no hay dos o tres fuerzas en pugna. También explicó que lo que muchos ven como una contradicción, son posturas ideológicas, que a veces se llevan a la práctica y a veces no. ¿Quién gobierna entonces?, le pregunté. La líder del espacio político es Cristina Fernández, me respondió.

Ayer, en La Cornisa, Federico Andahazi dijo que hay sectores del kirchnerismo que alientan un nuevo caso Santiago Maldonado. Que quieren transformar en mártir a Ramona Medina, la vecina del barrio 31 que era vocera de La Garganta Poderosa y que murió, contagiada de Covid-19. Me invitó a navegar por las redes y comprobé que era verdad. Que amplios sectores del kirchnerismo acusan de “asesinato” a Horacio Rodriguez Larreta. Desde Hebe de Bonafini a Gabriela Cerrutti. Y no les importa, si quiera, que también haya fallecido, por haber contraído coronavirus, Víctor "El Oso" Giracoy, un militante radical que, también en el barrio 31, llevaba más de 25 años al frente del comedor comunitario Estrella de Belén.

Hoy en la emisión del programa La Cornisa por la señal La Nación Más, Luis Majul presentó una columna editorila que planteaba el siguiente interrogante: "¿A qué están jugando Alberto y Cristina?" En la misma el periodista se refirió a las jugadas políticas del presidente y la vicepresidenta y en tal sentido afirmó: "Arrancaron la campaña en medio de la pandemia". A continuación el video con el comentario completo:

El próximo domingo 17 de mayo a las 21 horas por La Nación +, La Cornisa presentará una nueva y grave denuncia. La misma indaga sobre ex funcionarios investigados, procesados y hasta detenidos por lavado de dinero, corrupción y administración fraudulenta y que ahora fueron designados en el nuevo gobierno de Alberto Fernández. Este domingo, La Cornisa revela a “Los infiltrados”, un grupo de funcionarios a los que el Presidente todavía no quiso o no puede echar.

El presidente Alberto Fernández, además del coronavirus, la destrucción de la economía, el aumento de la pobreza y el hambre, tiene un problema tan o más grande que todos los anteriores: la enorme presión política de su vicepresidenta, Cristina Kirchner.

¿Por qué apurar la reforma judicial en el medio de la pandemia? Porque es una de las exigencias que planteó la vicepresidenta Cristina Fernández al presidente de la Nación, Alberto Fernández. ¿Qué tipo de reforma va a plantear el Poder Ejecutivo? Es un gran interrogante: porque si es una que termine con la connivencia entre operadores, los servicios de inteligencia y Comodoro Py; una que lleve la impronta de Gustavo Béliz y Vilma Ibarra, bienvenida sea.

Alfredo Cornejo, presidente de la UCR, dijo ayer, en una cumbre de Juntos por el Cambio, que en el gobierno está surgiendo “lo peor del kirchnerismo”. Imposición, autoritarismo, prepotencia y vocación por quedarse con todo. ¿Tiene razón? ¿Qué le está pasando el Presidente Alberto Fernández?

¿Por qué no hablan Mauricio Macri, Maria Eugenia Vidal y Elisa Carrió? ¿Acaso no tienen nada para decir? ¿Se quedaron sin voz después de la derrota de diciembre del año pasado? ¿O están esperando el momento adecuado para volver al escenario político, de una manera imponente, mientras observan con detenimiento el previsible debilitamiento del oficialismo en el gobierno?

La buena decisión original de instaurar una cuarentena estricta lo puso al Presidente en el mejor momento de su vida política. Con índices de aprobación jamás soñados. La flexibilización de la cuarentena lo irá bajando, de manera paulatina, a la tierra de los mortales. Y lo que es peor: lo enfrentará con una economía destrozada. Además pondrá en evidencia las fallas de gestión que hasta ahora aparecían disimuladas o tapadas por el coronavirus.

Luis Majul en la emisión de hoy de La Cornisa presentó una columna editorial con el siguiente título: "CFK, los presos y Moyano: la epidemia de la impunidad". En la misma el periodista se refirió a la ex presidenta y al mancionado sindicalista y a la embestida sobre fiscales y jueces. "Cristina necesitaba instalar que casi todos los ex funcionarios detenidos son presos políticos", señaló Majul.