(texto de la columna editorial presentada por Luis Majul el 25 de julio de 2023 en LN+) El lunes nos levantamos un siete por ciento más pobres que el domingo y, como la devaluación del peso produce más inflación, hoy también nos despertamos un poco más pobres que ayer. Nos lo explicó ayer Fernando Marull, y el que no lo haya entendido por las buenas lo entenderá por las malas, cuando vaya al supermercado, a una concesionaria de autos, o intente alquilar un departamento, y no encuentre ni siquiera uno más o menos decente.

Es un milagro que todavía no haya habido una revuelta social. Quizá se explique por el enorme hartazgo de la mayoría, ante el peor gobierno de la historia reciente de la Argentina. También el hartazgo y la frustración explican, por supuesto, los altos niveles de abstención, que el domingo registraron en Córdoba su pico más alto, casi del 60 por ciento.

Como si fuera ajeno al desastre imperante, en las últimas horas, Sergio Massa, intentó, una vez más, llevar agua para su molino, felicitando a Daniel Passerini por su triunfo sobre Rodrigo de Loredo en la ciudad de Córdoba.

Enseguida, Juan Schiaretti lo criticó tan fuerte que no dejó lugar ni para la más mínima duda. Lo hizo a través de una nota que le concedió a Javier Fuego Simondet, de LA NACION. Comparto con vos las principales definiciones:

“Massa es la expresión más clara del fracaso del gobierno kirchnerista”
“Cuando asumió tenía una inflación del 65 y ahora hay 130″
“El kirchnerismo salió séptimo en la elección a intendente de Córdoba, sacó menos de medio punto.”
“El kirchnerismo colonizó al peronismo en la Argentina y creo que estamos ahora ante el final de ciclo”

La que parece tener en claro que se trata de un final de ciclo es Cristina Kirchner, quien, mientras se asegura el cobro de la jubilación de privilegio más alta de la Argentina, sigue tratando de llamar a una sesión especial en el Senado, para incorporar a 75 jueces amigos por la ventana. También para prorrogar el mandato de Ana María Figueroa, la magistrada que sigue frenando la posibilidad de empezar el juicio oral de la causa Los Sauces Hotesur, por la que acusan a la vice de lavar dinero en complicidad con Lázaro Báez y Cristóbal López.

Todo parece indicar que Juntos por el Cambio debería ganar primero las PASO y luego las elecciones generales para la presidencia de la Nación. Sin embargo, lo que pasó en Córdoba, debería servir como llamado de atención, para evitar que la victoria no se les escape como agua entre los dedos.

Allí la suma del peso del aparato y los altísimos niveles de abstención terminaron favoreciendo al oficialismo. Pero a nivel nacional, es la interna exacerbada la que estaría poniendo un techo a la intención de voto del principal partido de la oposición. Igual, Patricia Bullrich descartó ayer, en Más Nación, cualquier posibilidad de ruptura.

Por Luis Majul