El despido de Alejandro Vanoli de la ANSES, la reacción tardía para quitarse de encima el mote de “sacapresos” y la muletilla de echarle la culpa a los medios y las redes sociales cada vez que las papas queman, demuestran que el gobierno nacional está en su peor momento desde que se declaró la pandemia. Fortalecido y con una altísima adhesión al declarar, en tiempo y forma, el aislamiento social obligatorio -una de las cuarentenas que, hasta ahora, se ha demostrado como una de las más eficaces del mundo- la administración se empezó a complicar cada día más a la hora de instrumentar medidas concretas.

Fue el viernes negro y el desastroso manejo de la base de datos de la Anses lo que motivaron el despido de Vanoli. El hecho de que no haya reemplazado a los directores nombrados por el gobierno de Macri en la Anses fue un argumento de último momento. Pero lo que más molestó al Presidente fue el mal manejo y peor distribución del IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) denunciado por La Cornisa el domingo 18 de abril pasado. Un poco antes de eso, los sobreprecios en la compra de alimentos terminaron de configurar un panorama de inoperancia y sospechas de corrupción. O como lo definieron Diego Cabot y Carlos Pagni, las escenas explícitas de un Estado “cómplice” o “bobo”.

La pregunta correcta, ahora, es si el loteo o parcelamiento que hizo el Frente de Todos con los casilleros del gabinete es lo que, en el fondo está fallando de verdad. Quienes responden a Alberto Fernández vienen de una cultura política diferente a la de la Cámpora, el Frente Renovador, la experiencia de los gobernadores peronistas, y la cultura de los intendentes del conurbano. A esta altura de la gestión, está claro, que, así como el del gobierno de Macri no era solo de CEOS, parece una enormidad calificar al de este presidente como un gobierno de científicos. Más bien parece el producto de una coalición armada a las apuradas, sin una identidad homogénea, con gente que pugna por imponerse, en el medio de uno de los cisnes negros más grandes de la historia.