El grupo América me acaba de proponer un gran desafío: hacerme cargo de la conducción del prime time de A24, la señal de noticias que crece cada día más.

Además, como cada año, desde hace ya dieciocho temporadas, los accionistas me ofrecieron la renovación del contrato de La Cornisa, un clásico de los domingos que, a mi entender, todo el tiempo está cambiando para mejor.

De hecho, es uno de los programas con más audiencia de América.

Trabajo en Radio La Red desde hace 12 años.

Pasé por todos los horarios.

La primera mañana.

La tarde.

Hice dos horas de la segunda mañana y dos horas de la tarde, algo muy raro pero muy divertido, y con resultados de los que me enorgullezco.

Volví a la tarde y junto con un equipo increíble, llegamos a conseguir el share más alto de esa franja horaria.

Desde hace un año y medio nos ofrecieron la segunda mañana y otra vez, cumplimos el desafío con creces: de hecho superamos el objetivo de audiencia que nos habíamos planteado por contrato mucho antes de lo pensado.

Como ya saben los que me conocen bien, soy una persona exigente y obsesiva. Cuando encaro un nuevo proyecto, no necesito que nadie me meta presión.
A la presión me la pongo solo.

Por eso mismo, porque siento que la tira de A24 me demandará mucha energía y mucho trabajo, le pedí a Agustín Vila que me permitiera dejar la segunda mañana de esta radio.

También se lo pedí porque, desde hace tiempo, de manera silenciosa pero con mucha constancia, junto con un grupo de personas que aman la radio, empezamos a trabajar en un proyecto propio, fascinante, moderno, distinto, que, espero, hará mucho ruido, y que anunciaremos a su debido tiempo por los canales que correspondan.

Mi salida no va a ser hoy martes ni mañana miércoles.

Pero si en un futuro muy próximo.

Decidí hacerlo público para que se dejaran de hacer conjeturas erróneas, y en especial para que los compañeros que trabajan conmigo no se inquietaran.
Hace tantos años que trabajamos juntos que ni siquiera terminamos de formalizar este pedido mío. Pero eso nunca va a ser un problema, porque todos somos profesionales, y por encima de todo, gente de bien.

En la vida hay que ser agradecido.

Y yo nunca voy a dejar de agradecer el espacio que me brindaron en esta radio.

Como tampoco voy a dejar de reconocer que cada vez desde un gobierno pidieron mi cabeza, tanto Daniel Vila como Agustín se aguantaron la presión, como profesionales de los medios que son.